Toda la zona está declarada Patrimonio Mundial por la Unesco y, aunque el barrio esté repleto de lugares de interés, gran parte del encanto es dejarse imbuir por el fantástico ambiente general del lugar, ya sea a pie de calle, en barco, desde el jardín o el tejado de una casa, o simplemente desde la terraza de un café junto a un canal.
Desde el extremo norte, la moderna zona comercial de Haarlemmerbuurt, se avanza hacia el sur entre callejuelas y canales para visitar el Multatuli Museum, admirar la arquitectura de la Huis Met de Hoofden y rendir tributo al Homomonument y a la Westerkerk hasta acabar en la Casa de Ana Frank. También se puede dedicar tiempo a las compras por las Negen Straatjes, en el sur del barrio. Este damero de straatjes (callejuelas) está repleto de singulares tiendas especializadas y boutiques peculiares que venden antigüedades, moda vintage y artículos del hogar. La zona está salpicada de bares y restaurantes informales cuya clientela sale a la calle cuando hace calor.
• Pensar en la increíble vida y trágica muerte de Ana Frank en el conmovedor “anexo secreto” de la casa donde se escondió de los nazis con su familia.
• Curiosear en las tiendas especializadas de las encantadoras “nueve calles” (Negen Straatjes), entrecruzadas de pintorescos canales.
• Subir al campanario de Westerkerk, ver la nave más grande de los Países Bajos y escuchar un recital de carillón.
Incluye: Casa de Ana Frank, con consejos, los mejores restaurantes, los mejores bares y las mejores tiendas.