A los 20 años padecí mi primer ataque de ansiedad, aunque echando la vista atrás, en mi infancia y adolescencia también tuve picos de ansiedad. Hoy con más de 30 años sigo padeciendo síntomas y fobias que han limitado mi vida muchas veces, aunque por otro lado me hace aferrarme a vivir con intensidad la vida. Toda esa lucha entre la oscuridad y la luz la he convertido en poesía.