Alrededor de este mar se encuentra el patrimonio histórico más importante de la Antártida. Lo más emotivo son las cabañas de madera que Robert Scott y Ernest Shackleton dejaron atrás en la isla de Ross. Las cabañas de Carston Borchgrevink en el cabo Adare, las primeras edificaciones del continente, siguen allí para quienes tengan la suerte de desembarcar. Las instalaciones más grandes y modernas de la Antártida, la base McMurdo, están junto a la base Scott, pequeña y respetuosa con el medio ambiente, pero las orillas llenas de barrancos y la enorme barrera de hielo de Ross son sobre todo el hábitat de las focas de Weddell y los pingüinos adelaida y emperador. El humeante volcán del monte Erebus y los misteriosos valles secos son otros alicientes para los que lleguen a esta parte relativamente remota de la Antártida.
• Sentir la presencia fantasmal del equipo polar que nunca regresó en la Cabaña ‘Terra Nova’ de Scott.
• Admirar estas espectaculares esculturas esculpidas por el viento en los valles secos.
• Observar los acuarios del Crary Lab, llenos de vida marina local en la base McMurdo.
Incluye: Cabo Adare, Cabo Hallett, Cabo Washington, Bahía de Terra Nova, Lengua de hielo de Drygalski, Valles secos, Isla de Ross, Barrera de hielo de Ross.