En algún punto diminuto del obscuro universo se habré un mundo de pájaros, arboles, tierra, lluvia, poesía y vida. En un sueño de noche se despierta con la lluvia el alma dormida de un amor que salió a reafirmar que la muerte no es el punto final de la vida. Sobre la calle anza la memoria de tres historias se reconocen viviendo en distintas épocas y reafirman que el amor verdadero tiene garantizado la inmortalidad de algún modo.