Arquitecturas del tiempo reúne dieciséis proyectos en los que el carácter temporal es tan importante como el espacial, fundamento evidente de toda construcción. Sin embargo, en estos trabajos, temporal no es necesariamente sinónimo de efímero. De hecho, Enric Miralles y Benedetta Tagliabue creen menos en un planteamiento cuyo sentido se encamina a un final cerrado que en una obra en marcha hecha de instantes en la que, como recordaba Goethe a Eckermann, cada paso es una meta sin dejar de ser un paso. Entre espacio, tiempo y movimiento, estas arquitecturas testimonian el viaje que va de las exposiciones en Harvard, Venecia o Copenhague a la Feria de Arte Contemporáneo en Madrid, pasando por el juego de sombras que produce un edificio, el diseño de elementos destinados a otros juegos, los infantiles, o la escenografía cambiante de una ópera estrenada en el estudio barcelonés de los propios arquitectos. Los proyectos aquí presentados entremezclan la realidad arquitectónica con su representación para crear una realidad nueva que permite mover de continente en continente ?a través del tiempo? un espacio construido y en principio inamovible. Merced a su carácter viajero, estas obras son siempre diferentes, sin dejar nunca de ser las mismas. Time architecture brings together sixteen projects in which the temporal factor is as important as the spatial, the obvious basis of all construction. In these works, however, ?temporal? is not necessarily synonymous with ?ephemeral?. In fact Enric Miralles and Benedetta Tagliabue believe less in a conception whose meaning is directed towards a final closure than in an ongoing work made up of instants in which, as Goethe remarked to Eckermann, each step along the way is, without ceasing to be a step, a goal in itself. Between space, time and movement, these architectures bear witness to a journey which extends from exhibitions in Harvard, Venice and Copenhagen to the Contemporary Art Fair in Madrid, taking in the play of shadows a building produces, the design of elements destined for other, childhood, games, and the changing set design of an opera premièred in the architects' own Barcelona studio. The projects presented here combine architectural reality with its representation to create a new reality that enables a constructed and essentially immovable space to move ?in time? from continent to continent. Thanks to their migratory nature these works are consistently different without, for all that, ceasing to be themselves.