Una mirada a cómo las bicicletas están cambiando las ciudades y a sus habitantes.
Este libro trata de por qué vamos en bici todos los que lo hacemos, que somos muchos. Y también de por qué debería ir aún más gente. Porque no solo no pasa nada grave por ir sobre el sillín de un sitio a otro, sino que pasan bastantes cosas agradables. Aunque nos cueste admitirlo desde lo alto de nuestro progreso.
Las sociedades occidentales están en un proceso de cambio con consecuencias de todo tipo. Algunas de ellas hasta positivas, aunque parezca difícil de creer echando un vistazo a la actualidad. Los cambios en materia de movilidad, por ejemplo, no son malos. Y el uso de la bicicleta como medio de transporte habitual en urbes de todas partes es uno de los principales síntomas de ese cambio, y quizás el más positivo de todos. Y el más singular.
En un mundo que cada día vive una revolución tecnológica nueva y que demuestra tener un apetito voraz por inventar y dejar el pasado bien pasado, el vehículo de moda y el que tiene pinta de quedarse un buen rato entre nosotros es uno que ya triunfó hace más de cien años y que, desde entonces, ha evolucionado poquito.
La bicicleta:
«Cuando veo a un adulto en bicicleta, recupero la esperanza en el futuro de la raza humana.»
H.G. Wells
«La vida es como montar en bicicleta. Para mantener el equilibrio hay que seguir pedaleando.»
Albert Einstein
«Cuando el día se vuelva oscuro, cuando el trabajo parezca monótono, cuando resulte difícil conservar la esperanza, simplemente sube a una bicicleta y date un paseo por la carretera, sin pensar en nada más.»
Sir Arthur Conan Doyle
«Nada es comparable al sencillo placer de dar un paseo en bicicleta.»
John F. Kennedy
«La tolerancia requiere el mismo esfuerzo del cerebro que mantener el equilibrio sobre una bicicleta.»
Helen Keller
«Yo me relajo desmontando mi bicicletay volviéndola a montar.»
Michele Pfeiffer