Relata las mil y una anécdotas (hasta el momento) de ese trabajo a tiempo completo que es ser abuelo y las diferencias entre educar hijos y educar nietos. Pero, sobre todo, refleja en sus textos y en sus dibujos mucho amor, ese amor cómplice, absoluto e incondicional de quien tiene como única misión disfrutar de los nietos con la paciencia, el tiempo y la dedicación que dan la experiencia y los años, con esa disciplina de mano suave de quien sabe que tiene el poder de conceder todos los deseos. Disfruten de este pequeño homenaje a los abuelos (y a los nietos) en estas páginas llenas de humor, de ternura y de retazos de vida.