El conflicto, desde el personal hasta aquellos de índole internacional, define con frecuencia, nuestro desarrollo o degradación como personas y como sociedad. Resolver conflictos, conciliar, facilitar o, simplemente, ayudar a que estos puedan ser resueltos por las mismas partes implicadas es una de las actividades humanas implícitas en todas las formas sociales de relación. Su estudio y el aprendizaje en procedimientos y técnicas para su resolución es una actividad científico-profesional innovadora y exitosa.
Conflictología está pensado como un texto básico y fundamental, y como una iniciación en el análisis y la resolución de los conflictos en el que ni se analiza ni se juzga ni, por supuesto, se sanciona. Se resuelve.