Este es un delirante y divertidísimo relato, un desbocado descenso a los infiernos más terribles y asquerosos, pero también más divertidos, de la Ciudad de México.
Un delirante, divertidísimo (y no poco salvajemente escatológico) relato de Armiados Güeva-Vil, trasunto y sombra de Armando Vega Gil,
bajista del legendario grupo mexicano de guacarock, Botellita de Jerez.
Diario Íntimo de un Guacarroquér >es un desbocado descenso a los infiernos más terribles y asquerosos, pero también más divertidos, de la Ciudad de México. Antros abyectos, congales, morgues, hoyos funkis apestosísimos y resumantes de sudor, Almoloya de Juárez; ningún lugar es demasiado espantoso como para que el botellita de jerez Vega-Gil le haga el feo. Incluye ahora un flamante capítulo nuevo, por iguales partes desternillante y horroroso, este aullido desesperado, hiriente, graciosísimo de Vega-Gil nos recuerda que el Distrito Federal, esta ciudad hermosa, monstruosa, nos está matando lentamente a todos.