Diario de un Biberón refleja las palabras de Didac Ortiz, un muchacho de 17 años y de su diario, escritas desde el peligro de las trincheras o desde la oscuridad, el miedo y la inmundicia de un campo de prisioneros.
Denominados la Quinta del Biberón por su corta edad, chicos, que todavía eran niños, fueron llamados a filas en 1938 y lucharon en los frentes del Ebro y del Segre. Muchos de ellos encontraron la muerte, otros consiguieron sobrevivir, pero quedaron marcados para el resto de sus vidas.