Gerardo De Agustín
La casa, apartada y con su extraño y deteriorado porche de madera, yace con las colinas azuladas y anaranjadas del crepúsculo reinando, viviendo las vidas de sus visitantes y de sus ocupantes, desentrañando historias en torno a ella. Las escaleras, inclinadas y rezumando humo de sus fauces, esperan (...)