Jessica Steele
Phinn Hawkins, una chica acostumbrada a llevar barro en las botas y briznas de paja en el pelo, no pensaba dejarse engañar por los encantos y la sonrisa de pecado del millonario Ty Allardyce… que, además, era imposiblemente engreído y antipático. Ty, un financiero londinense de gran éxito, había (...)