Rodolfo Puig Barber
Edgar, con trece años y mucha fantasía en la cabeza, tiene que aceptar el final de una infancia mágica al lado de su hermana. Eva, cuatro años y medio mayor que el chico, tenía sólo ocho cuando su madre le encomendó todos los cuidados del niño. El contacto diario en la intimidad de la alcoba, el (...)