teresa perez
Parecían dos figuras extrañas en el rompiente de la madrugada, quietas, obscuras, sus capas verdes, y un afán de parecer temerosas a la justicia de los hombres. Una hilera de humo blanco brotaba de la chimenea de la pequeña chabola, se podía apreciar que los gitanos, habían marchado no hacia (...)