Sé quién soy. Mi reputación me precede. Tras tomarme unas largas vacaciones, y ya aburrido de tanto vagabundear, decidí que era hora de descender a ese mundo que llaman Tierra. Sí, mi plan. Mi responsabilidad o cómo quieran llamarlo. Pues, no todo el mundo coincide conmigo en este punto. Hay quién lo considera un pasatiempo agradable. ¡Y qué saben ellos! Controlar a tantas almas inferiores... Desperdigadas y perdidas por un mundo que consideran de su propiedad. ¡Ja! ¡Si supieran qué imperfectos y vulnerables son...! Entonces sí que la cosa se pondría interesante... para mí. Aunque me la juego. A menudo estos humanos, en sus primeros años, están muy bien entrenados. Luego crecen y se vengan. Por Dios, ¡qué bajo he caído! Lo único que me consuela es que después de esto podré descansar. Pero antes, a unos les haré morder el polvo y al resto, los dejaré libres con su destino. Mi último acto está a punto de empezar...