Sé que esperabas encontrar aquí una breve sinopsis del presente volumen, como es habitual ya en las obras de narrativa, pero me he tomado la libertad de omitirla por razones que tú mismo descubrirás a medida que vayas acompañando a Enrique Schilter en sus peripecias por Sevilla. Resumir, e incluso introducir en tan pocas líneas una novela como ésta resulta casi imposible y un tanto injusto.Te diré sólo que nuestro héroe se irá viendo atrapado en una red de aventuras en las que probablemente tú mismo te irás sintiendo protagonista a medida que el relato avance. Eso sí, espero que en tu vida real nunca aparezcan personajes como los canes negros o como Chuma, el enemigo jurado de Enrique. Sería bastante desagradable, por no decir peligroso.Termino añadiendo que Enrique Schilter es mucho más que el talentoso hijo de un detective. Mucho más que el adolescente líder, que sin violencia logra hacerse un puesto señalado en el colegio y en la calle. Los delincuentes, adversarios y demás obstaculos a los que se deberá enfrentar, son una caricatura al lado de la batalla interior que deberá librar cada día. Una terrible batalla en la que ha de prevalecer la veracidad y el perdón.