La idea del libro se compone de varios velos. Conforme vaya avanzando en la lectura, el lector los irá desvelando uno a uno hasta llegar a la parte reveladora: ¿Qué quiere expresar la autora? La escritora, partiendo de una situación insólita entre dos personajes y con la ciudad de Tánger como escenario, se deslizará por esa ciudad internacional que, hoy día, solo existe en la mente de los que allí vivieron, hacia la mitad del siglo XX. Es a ellos a quienes la autora se dirige, haciendo sonar una campanilla de recuerdos. El Tánger actual no tiene nada que ver con el Tánger en el que se ambienta esta novela. Así pues, la historia puede despertar el interés tanto de aquellos que conocieron la ciudad en los años cincuenta, como de quienes no llegaron a conocerla. Unos, rememorando el contexto tangerino y otros, descubriéndolo. Ambos tipos de lectores encontrarán en la novela una suerte de micromundo representado en la vieja ciudad de Tánger. Debido a causas políticas, tiene lugar una diáspora protagonizada por los residentes europeos que se ven obligados a abandonar aquella zona. Al igual que los personajes mitológicos Hermes y Afrodita, los dos protagonistas permanecen vinculados durante toda la novela, a pesar de que el destino lleva a cada uno por sendas diferentes. En el libro también se trata el tema de la mujer desde distintos lugares de la geografía. El contexto, que se extiende más allá de Tánger, será un escenario lleno de sucesos que permitirán al lector visitar y conocer diferentes y curiosas ciudades. Sin embargo, Tánger seguirá siendo el telón principal de toda la novela. Se trata de un escaparate poblado de relatos asombrosos. El amor que experimentan los protagonistas es un Amor con mayúsculas, es intenso y brota, hasta derramarse, a lo largo de toda la historia. Los personajes, en ningún momento, se olvidan el uno del otro y, así, se mantendrán unidos en el espacio y tiempo que, a su vez, los separa. Este libro no pretende ser un estudio histórico, social o científico, solo una narración en la que se sumerja el lector para que el tiempo dedicado a leerlo sea agradable. Los personajes de esta novela son totalmente ficticios.