Musguero, espíritu sabio de la montaña, pasea por un sendero alfombrado de hojas. El Sol ilumina con tibieza el bosque y aunque su alma melosa se recrea en el amor y la belleza, comienza a sentir que un gran peligro le acecha. Cabizbajo, se sienta en una piedra cubierta de musgo. Se deja llevar por el canto de los pájaros, la música del río, el perfume de las sierras y las cañadas donde crecen las plantas olorosas. ¡Tanta belleza!

Ya quedan pocos bosques como éste se da cuenta Musguero . Parece que el hombre olvidara a la vida y no se diera cuenta de que destruyendo al Planeta se destruye a sí mismo. La niebla acompaña al hombre por los caminos y anida en su corazón oscureciéndole los sentimientos. Aterrado, siente cómo la Naturaleza se muere, cómo las hadas, los gnomos, los árboles y todas las tiernas especies de animales son aniquiladas por los hombres, ávidos y materialistas y lo que es peor... los mismos hombres se están destruyendo. En ese momento urde un plan aún hay tiempo se dice todavía quedan almas bellas en el mundo. Raudo, convoca a la Dama Blanca, a Nakarel y Kalendra. Los cuatros juntos, Tierra, Agua, Aire y Fuego lograrán detener la destrucción. Mas, cuando todo estaba planeado, surge una visita inesperada que logra amedrentar a nuestros ingenuos personajes.

¿Lograrán nuestros héroes su propósito? Podrán descubrirlo en esta magnífica obra.