Nos guste o no, tenemos que asumir que nuestros hábitos de creación, acceso y consumo cultural están experimentando una transformación histórica con la llegada de Internet.
En los próximos años tendremos un acceso ilimitado a cantidades inmensas de contenidos digitales creado por los propios ciudadanos, lo que conllevará una reorganización de los sistemas educativos y del sector cultural.
Ante estas nuevas formas de crear, acceder y consumir la cultura, los autores, editores, libreros y bibliotecarios, entre otros, deberán reflexionar sobre cuál será su papel en la sociedad digital.
La lectura de este libro se convertirá en una brújula para profesores, alumnos, profesionales del mundo jurídico y, por supuesto, para los autores del siglo XXI, que quieran entender las implicaciones del impacto de Internet en la propiedad intelectual.