El concepto clásico de literatura para todos justifica esta novela de Jesús Arribas, en tiempos en los que la producción literaria parece encasillada más que nunca en categorías cerradas. Una editora, Carmen Hidalgo, decide hacer algo distinto de lo de siempre -editar a los demás- y abre un cuaderno en el que invitará a escribir a su marido, a los tres hijos, al abuelo y hasta al perro y el gato. Lo cotidiano de El cuento de todos los días, con las anécdotas de hoy, las historias del pasado y las fantasías de un tiempo vivido en los sueños, suman un retrato de familia normal, en la cual los lazos del afecto salvan a los personajes de un mundo hostil. En esta novela no hay comas etílicos o drogas a los trece años, ni sexo por adelantado, ni conflictos generacionales insalvables, ni siquiera magias. El asombro le llega al lector desde lo real que puede esperarse de una familia tradicional: lo que pasa en el instituto de Charo, en la enciclopedia de don Anselmo, en la memoria animal del gato Patata.