Max y su familia se encuentran en una situación desesperada. Con cincuenta años recién cumplidos, a Max ya no le queda esperanza de encontrar otro trabajo como el que ha perdido. Tras varios intentos fallidos de buscar otro empleo, acepta uno un poco inusual: cuidar de un gran cementerio. Un trabajo que nadie parece aceptar. Las normas son sencillas: tendrá que vivir él y su familia en una pequeña casa dentro del camposanto y mantenerlo limpio. A pesar de los extensos rumores que se cuentan de que suceden cosas extrañas, a Max no parece importarle, pero no tardará mucho en averiguar lo que se oculta en el gran cementerio.