Su percepción no es exactamente la del filósofo, no se trata de una visión en que la razón es factor determinante: implica, o trata de implicar, la mente y el cuerpo en su totalidad. No puede sorprendernos que Mariano Vega, precisamente por ser excelente poeta, haya desarrollado unas reflexiones entretejidas de sensaciones, intuiciones y vislumbres, que le permiten ser más consciente de cuál es su relación con la poesía. Esta inclinación del poeta ha encontrado una vía de enriquecimiento adecuada en la poesía y el pensamiento oriental. El instante escindido, poética, que da título a este libro, constituye, en palabras de su autor, «un último intento de exponer los motivos de mi escritura, el porqué escribo lo que escribo, o por qué escribo como escribo».