Velázquez retrató al Cardenal Borja poco antes de su muerte en el año 1645. La importancia del personaje, junto con la fama y renombre del pintor, hacen que se realicen una serie de copias, probablemente encargadas para ser exhibidas en las instituciones que estuvieron a su cargo. El original quedó dentro de su familia, pero los avatares y ajetreos de las casas de Gandia y Osuna en diferentes épocas hicieron que se desprendieran de gran parte de su patrimonio.

El Cardenal Borja fue un hombre del poder en la Europa del siglo XVII donde política y religió estaban íntimamente ligadas. El hecho de que Velázquez, que ejerció como pintor de cámara de la corte del Rey Felipe IV, retratara al Cardenal Borja es prueba de la importancia del personaje.

Desde la desaparición del retrato los historiadores de arte han estado investigando sobre el paradero de la versión original. En el año 2000 en Madrid y en el año 2001 en Roma hubo dos exposiciones en las que el retrato del Cardenal Borja era tema central, incluso de portada del catálogo.

El libro recoge información sobre el Cardenal Borja y su familia y sobre las diferentes versiones de su último retrato.

La principal aportación del libro es la presentación de una nueva versión del retrato del Cardenal Borja. Los análisis químicos y radiografías ya sitúan a esta nueva versión en el siglo XVII y en la escuela de Madrid.

El tiempo y más estudios dirán si en efecto se trata del retrato perdido del Cardenal Borja que pintó Velázquez.