Los grandes profetas e innovadores religiosos trascienden su época. Penetran más allá de ella, percibiendo mundos nuevos y tiempos nuevos, situados muy lejos de lo que podían imaginar sus contemporáneos.

Sus seguidores modernos pueden caer en la tentación de interpretarlos fuera del contexto en que surgieron y verlos, a ellos y a sus palabras, no como pertenecientes a su marco original, sino como destinados eternamente a todos los pueblos y sociedades.

Para evitar este peligro, John Riches examina en este libro el contexto social, económico, político y cultural del judaísmo palestinense del siglo I, que, debido a la ocupación romana, experimentó una gran crisis de erosión cultural. El autor describe en primer lugar los modos en que la dominación extranjera retó a la comunidad judía, por ejemplo, provocando una migración del campo a las ciudades. A continuación discute cómo los diversos grupos judíos intentaron preservar su identidad.

De entre los grupos se examinan los fariseos, los saduceos, los celotas, los esenios y el movimiento de Juan Bautista y sus seguidores, situando la enseñanza de Jesús en relación a las enseñanzas de estos grupos.