Pepa Abades, de 36 años, es la protagonista de El pájaro de zinc. Vive recluida, por orden judicial, en un sanatorio psiquiátrico, a la espera de que se celebre el juicio interrumpido para que pueda recuperarse de su enfermedad mental. Es la hija única de un exitoso empresario publicista, dueño de la agencia DAV, que Pepa heredará a la muerte de su padre. Un padre que ha marcado la tormentosa existencia de la protagonista desde sus primeros años hasta que en el sanatorio consigue recomponer su maltrecha mente.
La historia de Pepa está salpicada de otras que corren paralelas a la suya: el compañero de sanatorio, Eduardo; el policía que la visita con periodicidad puntual, Alejandro; el director general de una empresa de automóviles que pasa de ser cliente de DAV a amigo. La inestimable compañía de Martina, su amiga de la infancia y el apoyo emocional que Pepa siempre ha necesitado.