El poscastrismo y otros ensayos contrarrevoluciona

Ficha

Autor:
Julián B Sorel
Editorial:
Verbum
ISBN:
9788479624118
Fecha de Publicación:
2008
Formato:
PDF
pdf
Adobe Drm
Impresión permitida
Copiar/Pegar no permitido
Nº de dispositivos permitidos ilimitado
€7,01
Los ensayos de Julián B. Sorel son un antídoto contra cualquier moralización de la historia y contra cualquier determinismo que anule las opciones políticas en el pasado, el presente y el futuro de la isla ¿Era inevitable que la historia de Cuba desembocara en el totalitarismo? La pregunta puede resultar ingenua, pero su recurrencia indica que el debate sobre el sentido de la historia nacional permanece abierto. No, no era inevitable. En 1958, las mejores y las peores tradiciones de la cultura política cubana estaban igualmente vivas. Para 1960 y, sobre todo, 1961, lo peor, refundido en un régimen de partido e ideología única, marxista-leninista , había triunfado, pero eso no significa que el autoritarismo constituyera la única tradición del pasado colonial y republicano de la isla. En palabras de Sorel podríamos decir que la vocación revolucionaria existía, aunque en ella no estuviera cifrado el destino nacional de Cuba. La máquina del tiempo tiene un funcionamiento misterioso, no mecánico, si vale el oxímoron, ya que su objeto no es la naturaleza sino la historia, es decir, el devenir de los hombres, donde el azar o lo incondicionado , de que hablaba Lezama Lima, desempeña un papel imponderable. Los libros de Sorel son, pues, una crítica, no a la historia de Cuba, sino al sentido de esa historia impuesto por el castrismo. Las implicaciones de dicha crítica son múltiples y actuales. Si el castrismo ha sido una gran manipulación del tiempo de la isla, ¿qué es, entonces, ese poscastrismo que asoma la cabeza en los primeros años del siglo XXI? Sorel evita toda complacencia profética cuando dice que el poscastrismo no necesariamente es la democracia y cuando advierte que tanto la continuidad como el cambio de régimen pueden persistir en el aprovechamiento de las tradiciones autoritarias del nacionalismo cubano . RAFAEL ROJAS, del Prólogo