En este libro encontramos respuesta a algo que el Vaticano II denunció como el gran déficit del catolicismo actual.
Ese déficit es la separación entre la fe y la vida. En efecto: los textos de Maria Lluïsa Oliveres integrados en este libro, que aparecieron a lo largo de los años en uno de los periódicos más leídos de España (La Vanguardia), no se publicaron en las páginas de opinión, sino en la página dedicada a temas religiosos. Pero en ellos se habla de la vida: de cosas como la inmigración, los palestinos, la utopía de la historia humana, el PNUD, la libertad para salir del propio cenáculo, el economista Stiglitz o los pobres; las guerras, el cuidado, el dolor del mundo o la aceptación de la diversidad...