Encuentros con el Loco va más allá de una simple historia de amor, o de desamor según se mire. La pregunta con que la protagonista arranca la historia, ¿quién soy yo? , la llevará a viajar por un mundo trivial en el que nadie es consciente de su verdadera realidad.
A lo largo de la novela sus preguntas, hechas a sí misma a modo de autocrítica, van evolucionando en profundidad a partir del mismo instante en que conoce, casualmente, al personaje que da título al libro: el Loco. Las casualidades no son fruto del azar, sino que por algo ocurren. Solo que hay que estar atentos a entender su significado.
El amor, el sexo, la amistad…es el Loco quien la va introduciendo en entender uno a uno los sentimientos que Simona, la protagonista, no es capaz de entender por sí misma y que la angustian. Un tinte mayeútico de autoaprendizaje a partir de diálogos.
No es en esencia las preguntas lo que ha de sorprender: serán las respuestas, sin lugar a dudas, las que lo harán.
Las casualidades tiene su duende: almas que en el tiempo se buscan, en el espacio se encuentran .