En 1876 René Verneau, comisionado por el Ministerio de Instrucción Pública de la República de Francia, viaja a Canarias en misión científica y permaneció en las Islas hasta finales de 1878. Regresó para acabar sus observaciones en el mes de septiembre de 1884 y en esta ocasión su estancia se prolongó casi tres años. Su libro Cinco años de estancia en las Islas Canarias, publicado originalmente en 1891, es un espléndido cuaderno de viaje en el que en un relato fascinante se ensartan descripciones del paisaje, la cultura popular, las costumbres y la situación económica y social del Archipiélago. Verneau recorrió El Hierro durante varios días, recorrió sus pueblos y veredas, probó su queso, disfrutó con los bailes de el vivo y el santo, visitó los grabados de El Julan, se asombró ante la fertilidad del Valle del Golfo. La generosidad y amabilidad de los herreños quedaron grabados en su memoria y para él El Hierro fue siempre la isla hospitalaria