La teoría de la evolución es, sin duda alguna, la teoría científica que ha sido objeto del mayor debate entre científicos y creyentes, especialmente cristianos protestantes y musulmanes. En ocasiones las posturas se han radicalizado tanto que ha habido quienes han querido usar la teoría de la evolución como una prueba científica del materialismo y, por consiguiente, como un argumento racional en contra de la existencia de Dios y a favor de la negación de un contenido objetivo por parte de las creencias religiosas. Como era de esperar, la reacción de algunos creyentes fundamentalistas ha sido intentar demostrar que la evolución todavía no es más que una teoría, en el sentido de una mera hipótesis pendiente de una demostración concluyente.