La fe práctica en la Divina Providencia es una cosmovisión y una praxis. La fe no es simplemente una idea, ni una verdad que yo acepto en forma intelectual. La fe es algo que yo vivo. Implica una ortodoxia, es decir, la afirmación de tales o cuales verdades en las que creo y una ortopraxis : Una vida conforme a esas verdades, una coherencia de vida. El gran drama de nuestro tiempo como lo decíamos en los temas anteriores es la separación entre fe y vida, entre Evangelio y cultura. Este es el mal que detectó y denunció el P. Kentenich. Una fe teórica que no sirve para enfrentar y conformar la vida, una fe ritualista, un puro sentimiento religioso, no constituyen una verdadera fe. La auténtica fe plasma la vida. Lleva a un cambio de vida. La fe sin obras es fe muerta.