Osho reflexiona junto con su audiencia sobre el amor en distintos niveles de la vida: el matrimonio, los hijos, el trabajo, la religión, la amistad, la belleza.
La idea primordial reside en que
el amor, al ser fundamento de todo, es infinito y para que trascienda necesita
libertad. Hay que dejar que el amor florezca por sí solo en cada uno de nuestros actos, lo peor que podemos hacer es atarlo con la necesidad de
poseer a nuestra pareja, a nuestros hijos, a todo lo que nos rodea; detener el vuelo del amor es la manera mas sencilla de
acabar con él.