Cristóbal M. Orellana, S.J.
Celebramos día con día nuestra fe dentro de la dinámica del Año litúrgico, sin olvidar que nos movemos como en una espiral que va subiendo cada vez más, hasta el encuentro definitivo de la Iglesia con aquel que es Principio y fin, Alfa y Omega , pero ocupándonos de lo que nos corresponde mientras (...)