Terril, Cristin
Mi dedo empieza a apretarse contra el gatillo. En una fracción de segundo, habrá un sonido y sangre, y luego nada. Todavía no quiero morir, pero Marina vivirá. Esa chica feroz, leal e inocente, que sólo quiere a alguien a quien amar tendrá la vida que yo nunca tuve, y eso es más que sufi ciente. (...)