Antonio Ortega nos descubre los secretos de la casa de Austria en su gestión del Imperio Español, la gran multinacional de su tiempo, los analiza y traslada a la empresa moderna donde los procesos de sucesión y la resolución de conflictos siguen siendo determinantes. Para su éxito se hace imprescindible el liderazgo.

El autor desglosa tres cualidades que deben adornar a todo aquel que quiera llegar a ser un líder:

- la competencia o profesionalidad, que entiendo que se refiere tanto a las habilidades personales como a las puramente técnicas.

- el compromiso bien interno, o de sentimiento, como externo, de esfuerzo y dedicación.

- la honestidad, que verá el lector hasta qué punto se manifiesta en los mejores Austrias.