El autor expresa que la potencial subversión de las psicosis apunta a su disolución. La pregunta por el sujeto y su relación con la verdad de una palabra y una historia como medio de disolver el peso y la pregnancia de los engendros psicopatológicos (psicoanalíticos, psicológicos, psiquiátricos o neurocientifics) que lo aplastan. Entiende la clínica analítica con las psicosis como la práctica que intenta hacerlas pasar del ámbito psicopatológico al del discurso, la palabra, la historia. Por ahora moran silenciadas, medicadas, psicologizadas, psicoanalizadas en los hospicios, en las clínicas, en los consultorios, en los laboratorios. Se verá.