La importancia de las obras hidráulicas en nuestro país está fuera de toda duda. Y más aún la de las presas de regulación que nos permiten aprovechar aproximadamente el cuarenta por ciento de los recursos hídricos de nuestro territorio, nivel similar al de otros países europeos, aunque éstos no han necesitado realizar tantas obras debido a la más generosa y homogénea pluviosidad de la que disfrutan. En España ha sido necesario levantar cerca de mil doscientas grandes presas para conseguir asimilarnos a los países de nuestro entorno. La mayoría de ellas han sido edificadas en la segunda mitad de este siglo; pero es sólo en su último cuarto cuando se han comenzado a tener en cuenta de modo riguroso los efectos ambientales que producen dichas grandes infraestructuras.