Ibi es una joven de apenas diecinueve años que desde muy jovencita ha debido enfrentarse al mundo real como una verdadera adulta. Su madre la abandonó al nacer y su padre, afectado por la marcha de su mujer, decidió ahogar sus penas en el alcohol. En cuanto Ibi cumplió la edad necesaria para trabajar, dejó el instituto, alquiló un piso y malvive arrastrándose de empleo en empleo.