No pretendo en modo alguno aportar novedades en un ámbito específico de la investigación histórica. Mi propósito es efectuar un discurso sencillo pero en cierto modo comprometido, al menos desde mi punto de vista, con los fines que persigue la docta corporación del pasado y la proyección en el presente de ese conocimiento sobre los ciudadanos de esta nación. El tema histórico que he escogido, por lo demás suficientemente conocido, versa sobre "las raices medievales de España", o lo que es lo mismo los testimonios que se nos han conservado de ese periódo en los que se alude con frecuencia a España, entendida inequívocamente como un horizonte global.