Libelos y Larraguzas, son siete cuentos para adultos escritos de una manera sencilla, lo cual no quiere decir que su contenido esté exento de un trasfondo que critica de una manera socarrona el actual comportamiento de los humanos. Su lectura es muy fluida y se entiende muy bien porque están escritos por un hombre del pueblo en el leguaje propio de las gentes sencillas, y está exento de todas esas palabras altisonantes que ciertos intelectuales y políticos emplean y que la gente sencilla tiene dificultad para entender. Sus características principales son los desenlaces, todos ellos muy inesperados y muy originales, y la manera de narrar que hace sentir al lector mucho interés por lo escrito y hace difícil dejar el cuento sin saber como termina.

El sociólogo A. Rodríguez Salgado dice de ellos: Son la reflexión más o menos trascendente de la filosofía de la vida hecha por un hombre del pueblo. Es la visión sencilla pero entendible de lo esencial. La mayor o menor originalidad de los cuentos, no están en si mismos, sino en las conclusiones que, como en las fábulas, quienes lo lean pueden sacar.

Su sencilla lectura hace de él un libro ideal para aquellos estudiantes que estén aprendiendo el español hablado por el pueblo.