Cueto, Muris
Espejos de amor y dolor. Dice la poeta: De la nada y de la mano diáfana, dotada de clarividencia lírica, dejo plasmada en cada pedazo de papel mis versos. Desde mi pininos cuando mi madre, llamándome un día, dijo: «Hija, ¿qué haces?». Yo le respondí: «Juego con el sol para con sus rayos escribirle (...)