Rodrigo Rubio de la Fuente
Eterno inexperto de estar vivo, perpetuo aprendiz de un quehacer maquiavélico: vivir ignorando que se sabe que se ignora su sentido ninguno; juego de palabras que no es ningún juego. Juego es la vida, que fascina por su ausencia de razones, que nos colma de vacío. Sencillo mundo incomprensible, (...)