Luci Villa
Extraños ruidos vecinos, amaneceres y atardeceres en silencio, una cama y varios gatos parecen ser las condiciones mínimas para que surja la poesía. A partir del encierro, los rituales cotidianos domestican cualquier impresión nueva: la malogran, le quitan el brillo, le desbaratan el atisbo de la (...)