Begoña Regueiro Salgado
"A veces, el aire sabe a primavera de violetas. Otras veces, la nieve envuelve Madrid y convierte en blancura y luz las aceras grises y sucias. Otras, el sol envía un guiño por encima de los edificios, como una reminiscencia del cielo y las montañas, del horizonte y los atardeceres, del mar. A (...)