Si las experiencias en la cocina siempre terminan en desastres con bomberos incluidos, o si haz intentado seguir al pie de la letra una receta y en la mitad te das cuenta de que no sabes qué quiere decir reserva o marina y por eso se acaba el impulso, este libro es para ti.

Aprende a cocinar con este suculento juego de retos culinarios en los que los ingredientes son toneladas de buen humor, un lenguaje práctico y traducido al cotidiano y alimentos pronunciables que encontrarás en todos los supermercados. El juego consiste en superar diferentes retos culinarios en forma de recetas para ir avanzando niveles. El primer reto tendrá como objetivo preparar un omelet y cada que cambias de página la dificultad irá incrementando y el nivel de frustración desaparecerá apenas termine estos treintas retos. Pero la mejor noticia es que el lector se reconciliará para siempre con la cocina.