A veces la vida te pone obstáculos sólo para superarlos.
Y son precisamente esas dificultades las que debemos vencer,
las que nos sujetan y dan sentido a nuestra existencia.
“El destino me puso a prueba una madrugada del verano de 2005. Pagué mi audacia con sangre pero descubrí que los límites no existen cuando tu mente, tu espíritu y tu corazón se proponen algo”. Así comienza la historia de Josafat González, un joven que nunca se rindió ante las adversidades. El terrible accidente que sufrió en Italia marcó el rumbo que a partir de ese momento debería de recorrer con gran valentía, determinación y sin mirar al pasado. Su fortaleza y ganas de vivir fueron el motor para que él y las personas que lo acompañaron en este proceso descubrieran que en la vida no hay reglas sino posibilidades.
Gracias Josafat por recordarme que la actitud es un factor de decisión. Deseo para ti, apreciable lector, que en cada página de este libro se renueve esa fuerza de voluntad para salir adelante.
César Lozano,
conferencista y escritor