La comunicación expositiva es un arte, y como todo arte, siempre está abierto al perfeccionamiento.
No hay que perder de vista que las habilidades de un buen expositor deben estar al servicio de los demás y no de la deformación monstruosa de su propio ego. Un buen expositor es aquel que utiliza su capacidad de influencia para tratar de ayudar a que las personas y los grupos a los que se dirige se desarrollen y alcancen propósitos honestos.
Jaime Lértora, actor, conductor, productor, comunicador, no necesita presentación. En cambio, tiene mucho que enseñarnos acerca de cómo hacer una presentación exitosa, que no es otra cosa que una presentación efectiva.
Útiles para todos los profesionales, pero aplicables también en otros campos -como la universidad e incluso la escuela-, los consejos de este libro son directos: asumir el protagonismo, conocer al auditorio, saber qué queremos decir, expresarlo de manera adecuada y recurrir a ayuda visual. Y más, nos ofrece secretos y reflexiones para aprender a hacer todo esto lo mejor posible. Así, este manual busca mostrar al lector -o, más exactamente, al usuario-, las claves para crecer personal y profesionalmente a partir del desarrollo de sus habilidades comunicativas.