¿La sensibilidad se lleva bien con los luchadores?
Desde su debut, el Conde de Terciopelo se ha empeñado en demostrar que no hay luchador más rudo que él. El ring no es un lugar para débiles, el chiste es apabullar a todos para llegar al estrellato. Pero, la verdad, el Conde es de naturaleza sensible, y su carrera podría irse a pique por eso. Lo que pasa es que desde chiquito le enseñaron a aguantarse como los machos y cosas por el estilo.
Últimamente le afecta lo que la gente piense de él, su enemigo acérrimo le hace burla y, para colmo de males, la niña que entrena a su rival ha descubierto su punto débil y está maquinando un malévolo plan contra él.
Acompaña al Enmascarado de Terciopelo y sus amigos en su intento por no perder su encanto personal sin dejar de imponerse en las luchas.