En la Filosofía Moral y Política de la Época Moderna, Thomas Hobbes es un precedente de casi todas las ideas que han configurado la Filosofía práctica de los últimos siglos. Está en el arranque de la corriente iusnaturalista, dentro de la Filosofía del Derecho, que continúa, en sus versiones más recientes, aportando contenidos a la Teoría del Derecho. Está igualmente en el punto de partida de las teorías contractualistas, que interpretan la vida social en términos de contrato, de Covenant ode Pactum, referencia también inexcusable para el Contract de Rousseau e incluso para los neo-contractualismos que no dejan de surgir en las teorías sociales más recientes. Su método fue igualmente innovador, y Hobbes fue uno de los que más partido sacó a la secreta envidia que sentían hacia la ciencia, por su seguridad y su progreso, los que en aquellos años se ocupaban de la Filosofía práctica. Es imposible desligar el trabajo de Hobbes de las Éticas more geometrico que después se intentaron o de los varios discursos sobre el método que comenzaron a proliferar desde entonces.