Tránsitos y denominaciones es un poemario escrito con un lenguaje sencillo, fluido y fácilmente accesible que, sin embargo, desenreda profundas vivencias y emociones. Pareciera que el poeta, pertrechado en un rincón de cualquier cafetería de cualquier ciudad, libreta y pluma en mano, se hubiera dedicado a describir lo que sucede tanto en su entorno como en el interior de un mundo propio que mira hacia la infancia, hacia los amores perdidos, hacia las ciudades visitadas, hacia los amigos que sufren. Un auténtico placer para un lector que simplemente debe dejarse llevar por esta fluida y medida poética.
A veces me pregunto
si al ir construyéndote poemas
realmente, poco a poco, te voy alcanzando,
o por el contrario, verso a verso
me estoy, de ti, alejando.